Un trocito de silencio
Cae la piedra
aunque no sepa que cae
la lágrima del penúltimo moribundo
Cae el suspiro
por muchas verdades
que las palabras de la vida hayan sido aireadas
Cae la mirada
buscando el amigo silencio
que ensueña los mundos del porvenir
Sí
caminaremos
solas y solos
hasta encontrar el mundo nuevo
el quieto
el silencioso
el nunca visto
Tarde
será en la tarde
cuando el sol tumbe su rostro
cuando tú y yo
fuera de toda prisa
pongamos la mirada hacia el futuro
Allí, en el abismo próximo a la desesperanza
estaremos con nuestras manos
para cobijar
la esencia del ave que somos
del agua de gota que aclara
del golpe del susurrante aire que nos dice:
no hay nada afuera que no esté adentro de ti.
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Tino J. Prieto Aguilar
Las Palmas de Gran Canaria
África insular
Estado español
Nación Humana Universal
Cinco cartas portuguesas — Reseña
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*Amor, memoria y Revolución de los Claveles en una novela epistolar que se
lee de un tirón.*
Hay libros que hacen ruido y libros que hacen *memoria*. *Cinc...




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